De: La Frikipedia, la enciclopedia extremadamente seria.
El mito de Orfeo y Eurídice es conocido y estudiado por historiadores de todos los tiempos (menos de los tiempos anteriores a su aparición como mito). Surge de una burda copia adaptación del productor tetral griego (y barbero aficionado) Trasquilo sobre una telenovela polonesa del año 508 a.C. titulada Vaya, parece que oigo llover.
Han habido innumerable número de adaptaciones de dicho mito: en el teatro, la opera, el cine, la pequeña pantalla e incluso en la vida diaria. Tanto que el eminente Dr. Falke, discípulo del más eminente austríaco Dr. Freuoïd, afirmó que toda mujer (y algunos hombres) llevan una Eurídice en su interior.
Vistos desde fuera, Orfeo y Eurídice son un matrimonio muy unido. Él es un prestigioso músico, que imparte clases a jovencitas, y ella se dedica a sus labores. En realidad Orfeo engaña a su mujer con sus alumnas La Campos) y se dedica a pegársela a su marido con cualquier pastor con el cayado bien tieso.
Los dos están de acuerdo que la solución más fácil es separarse: ella a sus pastores y él a sus rubias. Pero Orfeo es un hombre respetado y que no puede cambiar de amante más a menudo que de ropa interior. Es esclavo de la opinión púbica pública.
Puteado por que Eurídice está pegándosela con un pastor llamado Aristeo, Orfeo le para una trampa para osos enmedio del campo de trigo en el que acostumbra a encontrarse con Eurídice. Y como el tío es un cabrón, va y se lo dice a Eurídice. Ella sale corriendo en busca de su amado Aristeo, para avisarle del peligro.
Aristeo, está como si nada, bajando de unas colinas verdes con sus ovejitas y regocijandose de la suerte que tiene de meterla en caliente disfrutar de la apacible vida del campo. En estas aparece Eurídice y le grita que no se mueva. Aristeo que no lo comprende, que si no se mueve no pueden hacer cositas juntos. Así que Aristeo pasa de los avisos de Eurídice,que está histérica, y cruza el campo para llevarla consigo a retozar entre las espigas.
Parece que todo ha pasado, cuando... CRAC Eurídice queda presa en la trampa para osos.
Eurídice tiene la pierna hasta la altura de la pantorrilla pillada en la trampa, pero no sufre. Mira a Aristeo con extrañeza y sin saber por qué no se está retorciendo de dolor en un charco de sangre y barro (es una imagen un poco gore). Y es que, en realidad, Aristeo es Plutón, dios y señor de los inviernos infiernos.
Muy astutamente se había puesto de acuerdo con Orfeo para parar una trampa para Eurídice, que ella muriera y descendiera al Hades con Plutón. Y se la lleva, en una nube de post-it®). La nota, en letra de Eurídice, decía:
Me voy de casa pues estoy muerta, Aristeo es Plutón el hagua está abierta
Orfeo vuelve a casa, cansado de su duro día de trabajo, y se encuentra la nota en la puerta. Cae al suelo de rodillas, con too el moco cayéndole un asomo de lágrima, y clama al cielo ¡Gracias!. Y tan feliz se las ve, pasando todo el día con su amada ninfómana Thethis y paseando por los verdes prados asidos de la manita... cuando una voz cavernosa grita: ¡ANATEMA! y se pone a sonar la sintonía del programa de ANA-Rosa. No, es la opinión pública, que viene vestida de Walkiria espada en mano, como si Pedro J. fuera.
Autor(es):